Historia del himno Ven de todo bien la fuente

La ausencia de un padre puede tener un gran impacto en la vida de un niño, pudiendo causar una desestabilidad emocional, como fue el caso de Robert Robinson. 

 

Robert Robinson

Robert Robinson nació el 27 de septiembre de 1735 en Swaffham, Inglaterra. Era hijo de Michael Robinson, quien se desempeñaba como oficial de aduana, y Mary Wilkin. La familia de Mary era adinerada, con muchas propiedades y tierras, pero el padre de Mary estaba en tal desacuerdo con el matrimonio de su hija que decidió desheredarla, dejándole solamente una pequeña cantidad de dinero (equivalente US$100) como herencia. Por el contrario, Michael fue un hombre desordenado en su vida financiera, acumulando deuda tras deuda. El hogar de Robert carecía de piedad, por lo que el matrimonio de los Robinson era descrito como un desastre. 

El papá de Robert murió cuando éste tenía tan solo seis años de edad. Sólo podemos imaginar el impacto que este evento tendría en el pequeño Robert, pero también en su madre. Tras la muerte de Michael, ella procuró dedicarse a tejer y usar su casa como posada con el fin de sostener a la familia. La carga de trabajo y estrés fue mucho para Mary, que tuvo que enviar a su hijo a Londres para que aprendiera el oficio de barbero. 

Su llegada a Londres en lugar de serle de ayuda fue un tropiezo para el joven de 13 años. Se comenzó a juntar con malos amigos que lo llevaron por mal camino, entre alcohol y pandillas. Cuando tenía 17 años, Robert y sus amigos borrachos fueron a ver a una adivina para que les dijera el futuro. Luego de su visita a la mujer, la pandilla se dirigió al lugar donde George Whitefield (un conocido predicador que fue usado por Dios en la salvación de muchos) predicaba, con el fin de burlarse del predicador y distraer los oyentes. Sin embargo, la visita resultó completamente diferente a lo que Robert pensaba. 

El mensaje de Whitefield estaba basado en Mateo 3:7, “Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?” Esta última expresión: “la ira venidera” quedó grabada en la mente de Robert, quien continuó asistiendo para escuchar más del mensaje de salvación. Dos años y medio después del evento que acabamos de describir, en 1755, Robert recibió a Cristo como Salvador y encontró “el completo y gratuito perdón de sus pecados en la preciosa sangre de Jesucristo”.  

Cuando tenía 22 años, Robert escribió el himno “Ven de todo bien la fuente” (otra traducción dice "Fuente de la vida eterna"), que de alguna manera describe lo que fue su vida. Fíjese en la segunda estrofa: 

Triste yo era y extraviado 
cuando Cristo me buscó; 
de la muerte por salvarme 
Él su sangre derramó. 
En su muerte de cariño 
vida, paz, perdón hallé; 
y por Él la vida eterna 
en el cielo gozaré. 

Robert murió a los 54 años en Birmingham, Inglaterra. 

El evangelio sigue teniendo el mismo poder para salvar almas. Aunque hoy día también hay quienes viven en el disfrute de su pecado mofándose de Dios y de los cristianos, a éstos Dios también quiere y puede salvar, como lo hizo con Robert Robinson. 

Fuente: 
Then sings my soul, por Robert J. Morgan 
Was he too prone to wander?, por Bruce Hindmarsh, www.desiringgod.org 
Robert Robinson, www.wikipedia.com 

Share this Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.