Historia del himno Me guía Él con cuánto amor

Muchos de los himnos que cantamos con frecuencia fueron el resultado de un momento de inspiración poética del escritor. Tal es el caso del himno “Me guía Él”.

Joseph Gilmore estaba de visita en la ciudad de Filadelfia, Estados Unidos, para ayudar en la enseñanza de la Palabra de Dios. Su mensaje estaba centrado en el Salmo 23 y, en particular, la frase del versículo 2: “me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre”. Quería hablar sobre todo el mensaje de este muy conocido salmo, pero sus pensamientos siempre lo llevaban a estas mismas palabras “me guiará”. Pensando en esto su predicación terminó enfocada en la idea de la necesidad de la guía y el liderazgo de Dios como el factor más importante de la vida del creyente.

Después de la reunión, los creyentes se reunieron en una casa para compartir juntos. Allí Joseph disfrutaba de la conversación que también giraba en torno al mismo tema: la guía de Dios. Tomó papel y lápiz para escribir y los pensamientos comenzaron a fluir en su mente.

Me guía Él, con cuánto amor
Me guía siempre mi Señor;
En todo tiempo puedo ver
Con cuánto amor me guía Él.

A medida que la conversación continuaba él seguía escribiendo línea tras línea, como si estuviera tomando un dictado. El himno refleja la bondad del Señor en guiarnos a través de cualquier circunstancia, bien sea ‘en dulce paz, o en lucha cruel’, hasta que nuestra carrera en este mundo termine. Cuando Joseph terminó de escribir la poesía, pasó el papel a su esposa y se olvidó del asunto.

El himno refleja la bondad del Señor en guiarnos a través de cualquier circunstancia
La señora Gilmore tomó la iniciativa, sin que su esposo lo supiera, de enviar el poema a un boletín que se publicaba en Boston, quienes lo incluyeron en una de sus ediciones. El compositor de himnos William Bradbury lo vio publicado y le compuso la música para incluirlo en uno de sus himnarios que publicó.

La interesante historia no termina allí, ya que, años más tarde, Joseph estaba de visita en Rochester, Nueva York, y lo primero que hizo fue abrir el himnario para ver los himnos que cantaban. Para su sorpresa, la página que abrió tenía el himno, “Me guía Él, con cuánto amor, me guía siempre mi Señor”. Le agradó ver que su himno encontrara aceptación y se cantara por las iglesias.

La traducción al español fue hecha por el mexicano Epigmenio Velasco.

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Comments 1

  1. Gracias por la publicación, de seguro es un gran trabajo poder buscar información de los himnos y publicarlos. Todas estas historias las uso cuando dirijo o hasta para alguna reflexión, asique les agradezco mucho.

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