Historia del himno Oh Amor que no me dejarás

Hay muchos ejemplos de amor abnegado que pudiéramos mencionar, sin embargo, la mayor expresión de amor es el Señor Jesucristo, tanto así que Él es el amor hecho persona. Él no solamente habló del amor y demostró amor de una manera incomparable, pero Él mismo es amor. Ese es el pensamiento detrás de este hermoso himno: “Oh Amor que no me dejarás”. La historia detrás del himno también es muy conmovedora.

George Matheson

El himno fue escrito por George (Jorge) Matheson, quien nació en Escocia el 27 de marzo de 1842, siendo el mayor de 8 hermanos. Desde su juventud presentó problemas de visión que hicieron muy difícil sus estudios. Sin embargo, no era persona de darse por vencido así que con mucho esfuerzo y dedicación pudo graduarse con honores de la Universidad de Glasgow.

Fue durante sus estudios en Glasgow que George quedó completamente ciego, pero esto no le hizo desistir a continuar. Sus hermanas le ayudaron mucho a terminar sus estudios, teniendo incluso que aprender los idiomas griego y hebreo. Fue precisamente su completa ceguera lo que hizo que su prometida decidiera romper el compromiso y entregarle de regreso el anillo a George. Esta noticia fue devastadora para el joven, quien nunca llegó a casarse.

Años más tarde su hermana se comprometió para matrimonio. Aunque George estaba contento por ella, no podía evitar recordar su propia trágica experiencia. Fue el día de la boda de su hermana que las palabras de este himno fluyeron en la mente de George como si fuera un dictado. Él mismo lo relata de la siguiente manera:

“Mi himno fue escrito en la mansión de Innellan en la noche del 6 de junio de 1882. Estaba solo en ese momento. Era el día de la boda de mi hermana y el resto de la familia se estaba quedando la noche en Glasgow. Algo me había pasado, de lo cual solamente yo conozco, y que me ha causado el más grande sufrimiento mental. Este himno fue el resultado de ese sufrimiento. Fue el trabajo más rápido que he hecho a lo largo de mi vida. Tenía más bien la impresión de que una voz interna me lo estaba dictando, en lugar de que yo lo estuviese desarrollando. Estoy completamente seguro de que el trabajo quedó completado en cinco minutos, e igualmente seguro de que no llegó a tener ningún cambio ni modificaciones. No tengo un don natural de ritmo. Todos los demás poemas que he escrito han sido fabricados, pero éste vino como una primavera celestial. Nunca he sido capaz de obtener nuevamente el mismo fervor en poesía”.

Sus pensamientos le hacían ver el amor y fidelidad del Señor Jesucristo, los cuales no son condicionales, sino que su amor es perfecto, pleno, personal y amplio. En el Señor Jesucristo, George encontró un amor inigualable, que estaba dispuesto a aceptarlo a pesar de su discapacidad.

George Matheson llegó a ser pastor en una pequeña iglesia en Innellan y, más adelante, en la iglesia de St. Bernards, en Edinburgh. Llegó a ser muy reconocido en su ministerio y servicio. En una ocasión fue invitado por la Reina Victoria a predicar en Balmoral, y luego ella ordenó que el sermón, basado en el libro de Job, fuese publicado.

El 28 de noviembre de 1906 George pasó a la presencia del Señor, para mirar  para siempre a Aquel que le amó incondicionalmente y se entregó a sí mismo por él.

Fuente:
Then sings my soul, por Robert J. Morgan 
101 Hymns Stories, por Kenneth W. Osbeck 
George Matheson, www.wikipedia.org

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Comments 3

  1. Hermosa historia. Solo un detalle George tan solo descansa en el señor hasta que Jesús venga por segunda. La palabra de Dios nos enseña según 1 Tesalonicenses 4:16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Solo así i ha de resucitar de entre los muertos y Dios le devolverá la vision y podrá ver con su vista restaurada al amante Salvador.

  2. Siempre en mis luchas y batallas de la vida diaria, recuerdo con tanta bendición las palabras de la traducción al castellano que dicen: por las aguas hondas me llevo, pruebas en mi senda halle, mas en Cristo mi Señor halle dulce paz y protección.
    Bendito sea mi Dios que nos dejo esta bendición.

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